Beber un vino tinto fresco durante el verano es una alternativa estupenda a los blancos y rosados, y nos da la oportunidad de catar vinos hechos con variedades de uva o de regiones que son nuevas para nosotros. La clave cuando elegimos vinos tintos para el verano es tener en cuenta que sean ligeros y afrutados, no intensos ni con roble.
Un vino tinto, para que se pueda servir frío, lo ideal es que sea ligero o con medio cuerpo, con sabores a fruta madura. La razón es que los vinos de este estilo tienden a ser bajos en taninos, mientras que cuando se sirven fríos los vinos que tienen un nivel más alto de taninos se vuelven más astringentes.
Igualmente, deberían tener mayor acidez, lo que hace que el vino sepa fresco. Evita los vinos que tienen mucho roble, ya que éste puede hacer que el vino sepa más amargo cuando se sirve fresco. Así mismo, no te decantes por los que son altos en alcohol (14%vol), ya que cuando hace calor un vino con un nivel más alto de alcohol puede resultar pesado y algo denso.
Antes de servirlo, pon el vino en la nevera durante aproximadamente 20 minutos. La temperatura ideal para servir un tinto frío es entre 12ºC y 15ºC. Si se sirve demasiado frío pierde los aromas frutales y los taninos sabrán más amargos. Por el contrario, si se sirve demasiado templado, sobre 18ºC, se difuminarán los sabores y el alcohol tendrá una presencia mucho más intensa.
Para poder mantener el vino a la temperatura adecuada, utiliza una cubitera con hielo, agua y, si es posible, una pizca de sal.
Pasemos ahora a las variedades de uva y las regiones del mundo donde se producen los vinos tintos ideales para el verano:
Mencía, procedente de los suelos de pizarra de Ribeira. Estos vinos tienden a ser frescos, jugosos y florares, con un toque de pimienta negra. Son de cuerpo bastante ligero con una acidez fresca, haciendo de ellos unos vinos ideales para esta época del año.
Beaujolais, hogar de la uva Gamay, produce un estupendo vino para el verano. Lleno de frutos rojos y aromas florares, con un cuerpo medio y suaves taninos. No te pierdas Beaujolais Village, hay 10 pueblos o Crus dentro de la región donde se producen los mejores vinos.
Un Tempranillo joven y afrutado, como un Rioja que no haya envejecido en roble, con sus aromas característicos y sus sabores de cereza, fresa y crema, servido fresco, es un vino perfecto para un día veraniego.
Zweigelt es una uva autóctona de Austria. La fruta es pura cereza negra, es un vino sencillo, con una textura ligera y jugosa, con una vibrante acidez que lo hace un vino de verano delicioso. De hecho, Pfaffl Zweigelt, que tenemos en venta en The Wine Place, es tan popular durante el verano que ahora mismo está agotado.
Valpolicella, del Véneto, en el norte de Italia, es un vino sencillo hecho de la uva Corvina, que tiene sabores a frutos rojos con un toque de hierbas aromáticas y, como los anteriores vinos, tiene una fresca acidez. Es igualmente un vino ideal para maridar con comida, pruébalo con paella o con pasta.
Un Pinot Noir ligero es también perfecto, con sus sabores a fresa y frambuesa, suaves taninos y viva acidez. Marlborough, en Nueva Zelanda, Languedoc, en el sur de Francia, y Chile, donde podrás encontrar vinos con una buena relación calidad-precio, son lugares donde suelo buscar un Pinot para el verano.
Por último, si vas a viajar este verano por España, prueba los tintos locales, servidos frescos, y maridados con la comida del lugar, y descubre nuevas experiencias.
