El vino puede ser un regalo fantástico pero, ¿estás seguro de que el vino que has escogido dice algo sobre ti? Si lo que quieres es que tu mensaje sea “he visto este vino y he pensado que te encantará”, entonces hay algunas ideas que te pueden ayudar. Te las cuento en este artículo al que he llamado: Hacer del vino un regalo.
Comencemos por un vino para alguien que es un bebedor de vino ocasional, que no sabe excesivamente del tema. Es un buen consejo evitar los extremos y comprar vinos que no sean demasiado “exigentes”. Me refiero por ejemplo un Tempranillo joven de alguna de las bodegas emergentes, más que un potente Garnacha del Priorato o un vino dulce alemán Trockenbeerenauslese. Si la persona no está familiarizada con estos estilos de vino no los apreciará tanto como alguien con más experiencia.
Si quieres mostrar imaginación en tu elección, más que gastar todo tu presupuesto en una sola botella, por qué no comprar dos o tres diferentes por el mismo importe. Cada vez que se descorcha una botella se vuelve a producir una sensación de emoción, expectación y gratitud por el regalo.
Puedes añadir atractivo a la selección si eliges además de los vinos de la zona alguno de otra región u otro país. ¡Hay tantos vinos buenos entre los que elegir! Aquí en Valencia busca un Monastrell y emparéjalo con un Mourvedre (la misma uva) del sur de Francia o de Sudáfrica.
Como lector habitual de esta sección, sabrás que no hay barreras para hallar buenos vinos, por ejemplo: un Syrah del Norte del Ródano o un Pinotage de Sudáfrica.
Puede que te decidas por un vino de una bodega prestigiosa y conocida. Las bodegas quieren que sus vinos “top” consigan galardones, y mostrarlos orgullosos. Sin embargo, a menudo estos pueden ser demasiado complejos y potentes. En lugar de comprar el vino “top”, te sugiero comprar los del nivel inmediatamente inferior. El precio será mucho más accesible y los vinos suelen ser más sencillos de beber y de disfrutar.
Quizás quieras incluir un espumoso. Es fácil elegir una marca conocida de cava o champán, y no hay nada malo en hacerlo, pero no demuestra demasiada imaginación. Así que, ve más allá de las “super marcas”, pregunta en tu tienda de vinos más cercana u on-line y déjate asesorar. Hay otros muchos vinos espumosos donde elegir, como ‘Cremant’ de Francia o un Prosecco, de Italia. Un lazo en la botella es un toque detallista y sencillo.
¿Qué hay que evitar? A todos nos gustan las ofertas y los descuentos pero, como dice el refrán: si algo es demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo es… Ofertas tentadoras con descuentos del 50%, la mayor parte de las veces son falsas, en el sentido de que el precio original que se descuenta no era el real. Mira un poquito más y trata de encontrar ofertas que sean creíbles antes que un precio que no sea el de verdad.
Además, cuando elijas vinos para hacer un regalo, es una buena idea incluir una nota personal diciendo brevemente por qué has elegido esos vinos. Y, finalmente, ¿por qué no comprar dos de cada y así tú también podrás disfrutar los vinos que regalas?