En España se ha producido una explosión de recetas que utilizan alimentos importados de todo el mundo. Consideremos por ello cómo maridar comidas y vinos internacionales.
El vino es un ingrediente esencial para que una comida sea completa. No es necesario ser un sommelier para elegir el más adecuado para cada plato, de la misma manera que no es necesario ser Ferrán Adriá para poder preparar una comida sana y apetecible para la familia y los amigos. Al planificar una cena o un almuerzo, piense en el vino de la misma manera que pensaría en cualquier otro ingrediente. Cuando compra los ingredientes, ¿sencillamente elige el primer trozo de carne que encuentra? Seguramente no. ¿Elige cualquier verdura o prefiere comprobar si está en las mejores condiciones? Cuando condimenta el plato, ¿se limita a añadir hierbas y especias de cualquier manera y a esperar a que el resultado sea bueno? Si es así, no espere el mejor resultado.
TheWinePlace.es sirve para descubrir nuevas sensaciones y ampliar horizontes. Por ello, en las próximas actualizaciones del blog de vino voy a escribir y a ofrecer sugerencias acerca de cómo combinar vinos de todo el mundo con la comida. Hoy en día, resulta mucho más fácil encontrar ingredientes y especias que hasta hace poco solo estaban disponibles en tiendas étnicas o de inmigrantes. Con algo de tiempo e imaginación, sus platos pueden adquirir gran variedad. Por ejemplo, ahora el jengibre fresco se puede comprar prácticamente en cualquier sitio (añadir un poco de jengibre puede potenciar enormemente el sabor de muchos platos), y el curry en polvo, la guindilla verde y roja, y la leche de coco también están disponibles y se pueden encontrar en muchas cocinas.
Para comenzar, debemos entender los principios básicos a tener en cuenta al maridar comidas y vinos. Piense, fundamentalmente, en tres aspectos diferentes de la comida: su cremosidad/acidez, si es grasa/magra y la intensidad de los sabores.
Un buen corte de carne con una salsa cremosa, por ejemplo, sería un plato intenso, graso y cremoso. Por otra parte, una ensalada con un aliño cítrico sería un plato ácido, magro y de intensidad media. En algunos casos le apetecerá hacer coincidir estos aspectos (generalmente comidas ácidas con vinos ácidos), pero en otras ocasiones se sorprenderá combinando características opuestas (los vinos ligeramente dulces van bien con platos más picantes).
El plato que utilizaremos esta semana para demostrar cómo combinar vino y comida es muy sencillo, espaguetti con pollo y setas. Puede seguir la receta en el siguiente enlace; el plato tiene un aspecto impresionante y, como la mayoría de las recetas del chef inglés Jamie Oliver, es fácil y sencillo de preparar.
Pensemos, ¿qué vino combinaría bien con un plato cremoso de pollo, setas y pasta? Se trata de una comida cremosa y con un sabor de intensidad media, por tanto, yo buscaría un vino con un toque de acidez, para poder utilizar esta característica con el fin de potenciar los sabores del plato. Jealous Sisters Sauvignon Blanc de Nueva Zelanda tiene una acidez y frescura que acompañaría muy bien a este plato.
Cuéntenos cómo combina usted comida y vino o envíenos sus preguntas sobre cómo maridar comidas y vinos.
¡Qué hambre me está entrando!
