La “nueva normalidad” ha supuesto que muchos de nosotros hayamos cancelado nuestros planes de viajar en verano. Yo mismo había planeado visitar viñedos en Grecia y en el Sur de Francia, pero no va a ser así. Sin embargo, es posible disfrutar de la sensación de viajar a través de los vinos que proceden de los destinos vacacionales más populares de Europa. Por eso hoy os hablo de Vinos veraniegos.
¿Qué hace que un vino sea adecuado para el verano? Puede ser un tinto, un blanco o un rosado, la clave es que sea un vino ligero, refrescante y con sabores a frutas maduras, además de poseer un carácter que sea un fiel reflejo de la zona de la que procede.
Si estás planeando un viaje por España, un destino muy frecuentado es Galicia. La uva que asociamos directamente con Galicia es Albariño, pero si tienes curiosidad por probar algo diferente, busca vinos de las variedades autóctonas Treixadura y Godello. Estos vinos son bastante diferentes del Albariño y son los ideales para acompañar la gastronomía de la zona.
Otro destino turístico muy popular es Ribera del Duero, conocido principalmente por sus tintos con mucho cuerpo, pero que, al tener mucho roble, no son mis preferidos para tomar en verano. Sin embargo, hay algunos blancos muy interesantes hechos con la uva Albillo. No son tan conocidos fuera de la zona, pero sin duda vale la pena probarlos. La palabra que mejor describe los vinos que yo he catado es “untuosos”.
El Sur de Francia es el destino preferido de los wine lovers españoles, y concrétamente en el Languedoc se pueden encontrar vinos perfectos para el verano. Se me ocurre por ejemplo un Picpoul de Pinet, un vino de la zona, que procede de viñedos ubicados en el triángulo que forman Agde, Pézenas y Sète, y que asoman al Golfo de Lyon, un emplazamiento muy pintoresco. El vino es refrescante e ideal para tomar con marisco.
Grecia es otro de los destinos soñados. Muchos de los restaurantes ubicados en las islas más frecuentadas tendrán el vino autóctono “Retsina”, aunque, una vez lo hayas probado, no es probable que repitas. Eso sí, no des por sentado que todo los vinos allí son así. De hecho, Grecia tiene cientos de variedades autóctonas, con nombres que son todo un reto recordar. Uno de mis uvas favoritas es Assyrtiko, especialmente la que procede de Santorini y del Norte de Grecia. Es el equivalente griego de nuestro Albariño.
Si habías planeado viajar a Italia este verano, puedes al menos disfrutar de su sabor desde tu propia casa descorchando una botella de Pecorino, de la Región de Las Marchas, al este de Italia. Es otra variedad de uva local que va genial con la comida italiana. Muchos vinos italianos destacan por su alto nivel de acidez, algo esencial para hacer de ellos vinos buenos para acompañar a la comida. Con la uva Pecorino se hacen vinos suaves y que son fáciles de beber.
También Austria es un hermoso país para visitar en verano, aunque no vaya a ser éste. Sin embargo, ¿has probado alguna vez la variedad de uva tinta autóctona Zweigelt? Es muy popular, especialmente en la época estival. Tiene sabores de cerezas negras maduras, y es baja en taninos, lo que la convierte en un tinto perfecto para tomarse frío y acompañando una amplia variedad de platos veraniegos.
No podemos olvidarnos de Portugal, donde hay tantos vinos entre los que elegir, desde el Algarve, al Sur, hasta Vinho Verde, en el Norte. El Alvarinho que se puede encontrar en Portugal es diferente del Albariño de Rías Baixas. Sin duda vale la pena degustar uno de los sabores característicos de Portugal.
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