Hay muchos términos sobre el vino que escuchamos pero no acabamos de entender, y de vez en cuando recibo preguntas sobre vino de mis lectores. Dos de estas preguntas son sobre los vinos aromáticos y sobre el efecto de la madera.
¿Qué son los vinos aromáticos?
Es un término que se utiliza para describir aquellos vinos cuyos aromas y sabores, especialmente aquellos florales y herbáceos, son muy pronunciados y persistentes. No es un término definitivo, pero es útil para diferenciar las características de las variedades de uvas.
Generalmente utilizamos el término “aromático” cuando describimos vinos blancos. Las variedades de uva que producen vinos de estilo aromático son Gewürtraminer, Riesling, Viognier, Malvasia, Torrontes y Muscat o Moscatel. La próxima vez que abras una botella de Moscatel presta atención a la uva y sus aromas florales.
Tomarse el tiempo de oler un vino y identificar los aromas primarios aumenta el sabor de éste cuando lo catamos.
Sauvignon Blanc y Pinot Gris también son considerados aromáticos, pero su expresividad depende de dónde y cómo están hechos. Por ejemplo, un Sauvignon Blanc de Marlborough, en Nueva Zelanda, tendrá mucha más expresividad y aromas más pronunciados que un Sauvignon Blanc de Sancerre.
¿Cómo afecta el roble al sabor del vino?
La mayoría de los vinos “top” del mundo han pasado tiempo en barrica.
Puedes saber que un vino ha estado en barrica por sus aromas y sabores, como tostado, ahumado, vainilla, clavo, especias, coco y crema.
Una barrica de roble es una herramienta que permite al enólogo añadir complejidad y carácter al vino. El roble que se utiliza para fabricar barricas puede proceder de muchos países, pero los más utilizados son los que vienen de Francia y Estados Unidos.
Las barricas de roble francés tienden a aportar sabores sutiles y elegantes de especias y madera, mientras que las barricas americanas suelen darle sabores más intensos a roble, con vainilla y coco.
La intensidad de los sabores también depende del tamaño de las barricas. Las barricas más pequeñas influyen más en el sabor, ya que hay un contacto más directo con el vino. Igualmente, influye cuánto tiempo pasa el vino en la barrica (generalmente entre 3 meses y 2 años), y también la antigüedad de ésta, las barricas nuevas aportan sabores más fuertes.
El precio de las barricas también es importante, ya que las francesas cuestan unos 900 euros, el doble que las americanas. Por ello, un vino envejecido en barrica francesa será más caro.
Además del al sabor, la barrica también tiene efecto sobre cómo evoluciona y madura eI vino. Los vinos blancos que se fermentan en barrica tienden a ser más ricos y con más estructura, lo que permite que el vino se envejezca por más tiempo.
Durante el envejecimiento de los vinos tintos estos son traspasados de una barrica a otra, proceso conocido como “racking”, es decir “trasiego”, lo que tiene efectos estimulantes en el proceso de envejecimiento. La cantidad justa de oxígeno suavizará los taninos e intensificará el color de los vinos tintos.
