¿Por qué algunos vinos son más caros que otros? ¿Cuánto cuesta realmente una botella de vino? ¿Te has preguntado alguna vez por qué hay tanta diferencia de precios entre unos vinos y otros?
Los vinos más caros del mundo que cuestan cientos, incluso miles de euros, representan realmente un porcentaje muy pequeño del mercado del vino. Estos elevados precios, son resultado de la combinación de tres factores: origen, demanda y especulación. Para la mayoría de los productores y elaboradores, el panorama es completamente distinto, con márgenes estrechos además de una feroz competencia.
El coste de una botella de vino viene determinado por el origen de la uva, la forma de elaboración y su presentación. Por ejemplo, hay un abismo entre la una vendimia con selección manual y una vendimia mecanizada. Tampoco es comparable el coste que supone conseguir un 1kg de uvas en La Mancha o en Burdeos.
La demanda de una variedad concreta también afecta al precio final. Además, dependiendo del año, factores como la climatología pueden afectar seriamente a la vendimia, al tamaño del grano, a la cantidad y a la calidad de la uva y, consecuentemente, frustar al consumidor con la consiguiente subida de precios.
Para analizar el precio de una botella de vino y entender el reparto de costes de su elaboración y comercialización, vamos a partir de un ejemplo en el que hablamos de lo que estos costes podrían representar para una bodega mediana con una producción inferior a las 200.000 botellas al año.
Una botella que cueste 7,50€ en una tienda, en un restaurante puede llegar a costar entre 15€ y 20€.
Si a este precio, 7.5€, le quitas el IVA, el margen del distribuidor y los costes de distribución es muy probable que esta botella haya salido de bodega a un precio que ronda los 3€.
El margen medio del productor es aproximadamente del 30% con lo que nos quedan 2.10€ para cubrir los costes de la botella de vino.
La vendimia, elaboración y almacenamiento del vino, suponen aproximadamente un 40% de esos costes; las materias secas, botella, corcho, cápsula, etiqueta y caja viene a ser otro 40% y el 20% restante es marketing.
En comparación con otros negocios, el margen del elaborador en el negocio del vino es pequeño, lo que evidencia que, la pasión por el vino es, para la mayoría de mis colegas, mucho más importante que el beneficio que van a obtener por sus ventas. Ganar dinero elaborando vino es mucho más complicado de lo que la gente puede llegar a imaginarse a simple vista.
Cuando se importan o exportan vinos a nivel internacional hay, además, costes añadidos como las tasas de importación y exportación, costes de transporte y tasas alcohólicas donde corresponda, incrementando aún más el precio para el consumidor final.
Gastarte más dinero en una botella de vino no siempre te garantiza que ese vino te vaya a gustar más, que otro más económico. Es importante experimentar y descubrir nuevas variedades, estilos, países y regiones, al hacerlo, vas a lograr encontrar vinos que te sorprenderán.
